La última película de Pedro Almodóvar, MADRES PARALELAS, tiene como trasfondo uno de los temas más de actualidad, la recuperación de los restos de aquellos que fueron fusilados durante la Guerra Civil y enterrados en fosas anónimas. Miles de víctimas todavía se encuentran desaparecidas en cunetas de caminos, entre ellas el famoso poeta Federico García Lorca. Es una herida abierta más de ochenta años después, y se necesita reparar ese daño causado en un contexto de memoria histórica democrática. La sociedad actual no puede olvidar aquellos hechos porque tiene en su herencia familiar y genética a sus ancestros desaparecidos. Dar continuidad humana a aquellas personas cuya vida se truncó de repente, nos permite pensar de forma honesta en el futuro.
Janis, la protagonista, una fotógrafa de mediana edad, está interesada en reabrir una fosa de víctimas de la Guerra Civil en su pueblo. Para ello contacta con un médico forense especialista en estos casos. Después de una relación entre ellos, se queda embarazada. Cuando va a dar a luz en el hospital coincide con una joven en su misma situación. La adolescente había sido violada en grupo por unos compañeros de instituto. Vivía con su padre en Granada, ahora la acoge su madre, una actriz frustrada. Las dos mujeres, Janis y Ana, se encuentran solas, son madres solteras de dos niñas. Surgirá entre ellas una profunda amistad de carácter melodramático que constituirá la base de la historia de la película.
La hija de Janis se cría con salud, sin embargo hay un inconveniente que mueve la acción. No tiene ningún parecido ni con ella, ni con su supuesto padre. De la prueba genética, descubre que no es hija suya. En ese momento contacta con Ana, que le informa que su niña murió de muerte súbita. Además le dice que lo está pasando mal sin sus padres. Entonces, Janis, la contrata para que lleve las labores de su casa y no se sienta sola. Con el tiempo le dice la verdad, que en el hospital intercambiaron a las recién nacidas, y la que tiene ella es su hija. Al final todo se arregla. Volverá la amistad entre Janis y Ana, ahora que la primera está de nuevo embarazada del médico forense que ha iniciado la excavación de la fosa.
La película representa a las dos posturas sobre las víctimas de la Guerra Civil. La de aquellos que piensan que sólo hay que mirar hacia el futuro, sin pensar en los problemas del pasado, y los que consideran que es necesario en un contexto de memoria histórica reparar el daño que se les causó a las víctimas y a sus descendientes. Nuestra identidad proviene de nuestros ancestros como les sucede a las mujeres protagonistas. Si se renuncia a la continuidad histórica y familiar, perdura indefinidamente un problema. A ellas dos les importan sus padres, como la vida de sus hijos, que en ningún caso deben estar asociados a la mentira o a la muerte.
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