El racismo perdura en la actualidad. Existe un trato diferente e incluso discriminación por tener un color distinto de la piel. La esclavitud fue abolida a finales del siglo XIX en EEUU, pero las leyes segregacionistas estuvieron vigentes hasta finales de los años sesenta del siglo XX. Sería impensable hoy la existencia de toques de queda para una parte de la población; que no pudiesen comer en el mismo restaurante, ni entrar a los mismos aseos. En este ambiente se sitúa la película, GREEN BOOK, del director norteamericano, Peter Farrelly, basándose en una historia real, aquella de Don Shirley, un intérprete de música clásica, educado en el extranjero, cuya discográfica le organiza una gira para darse a conocer por el sur profundo. Para ello contrata como guardaespaldas y chófer a Tony Lip, un italoamericano portero de club nocturno, famoso tanto por sus puños como por su labia.
Don Shirley vive en un lujoso apartamento sobre el Carnegie Hall de Nueva York. Es un personaje refinado que realiza sus actuaciones en la Ciudad de los Rascacielos y en el Noreste del país. Desconoce lo que sucede en el sur con otros afroamericanos. Tony es un curtido portero de club nocturno, prácticamente sin estudios, conocido de las celebridades y de los jefes mafiosos. El viaje va a suponer en primer lugar un proceso de adaptación entre las costumbres pulcras y educadas de uno, y las rudas de otro. En segundo lugar, una descripción de los privilegios que tenía la población blanca sobre la gente de color, hasta mostrar todas las facetas de la discriminación que se vivía en muchas ciudades del sur con un claro pasado esclavista.
El viaje debía durar dos meses. Terminaría el día de nochebuena. A Tony le esperaría su familia para celebrar en familia la Navidad. Así será, y surgirá entre ellos una profunda amistad. Los dos protagonistas hacen todo lo posible para completar la gira, de la que dependía el sueldo de Tony, según las condiciones de la discográfica. Sin embargo, el último concierto no pudo ser. Don Shirley se negó a tocar en un local, que si bien le admiraban como músico, le impedían cambiarse de ropa o comer en el mismo salón que los blancos.
Al final, se rebelan contra las duras condiciones de la gira. Una ruta de evidente racismo, como el propio título de la película, que alude a la guía de alojamientos para personas de color que quisieran viajar por el sur. La película, por tanto, constituye, un conmovedor relato, que permite ampliar las perspectiva de la gente en base a la tolerancia y el respeto a los demás. Un relato, que junto a las interpretaciones de los actores principales, Viggo Mortensen y Mahershal Ali, han recibido los merecidos premios Oscar de 2019, a la Mejor Película e interpretación masculina.
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