LOS HOMBRES DE LOS MONUMENTOS

Si has estudiado Historia de Arte o te gusta el coleccionismo artístico, verás con agrado y emoción la nueva película de Georges Clooney, THE MONUMENTS MEN, que además de dirigir, actúa acompañado de un reparto de estrellas de Hollywood. Para el aficionado al Arte y a la Historia será una apasionada intriga visionar el encargo que reciben del presidente Roosevelt, un grupo de entendidos en la materia, para marchar a Europa y rescatar los más de 5 millones de obras artísticas robadas por el régimen nazi. Un hecho real que culminó con éxito el encargo de recuperar obras maestras de todas las artes, apropiadas de museos y colecciones privadas, sobre todo judías, que habían sido escondidas en minas de sal y en fortalezas apartadas de Alemania, según el frente bélico se acercaba a Berlín. Allí igualmente se econtraban otros tesoros, fundamentalmente oro acumulado por el saqueo de los territorios conquistados y de los prisioneros de los campos de exterminio.

Hitler pretendía crear un museo con dichas obras, cuya maqueta encontraron los rusos al entrar en la cancillería de Berlín. También destruir gran parte de ellas, por el mismo hecho de robarlas, moverlas de su lugar de origen, y utilizarlas como bienes culturales reenes en venganza por la pérdida de la guerra. La película se basa en el libro The Monuments Men, de Robert Edsel y Bret Witter, también gionistas de la misma con el director. El resultado podía ser mejor para una historia esencial para comprender la Segunda Guerra Mundial y la responsabilidad del nazismo. El tono de comedia que recuerda las películas clásicas ambientadas en este conflicto, tal vez no sea el más apropiado, sobre todo si se quiere transmitir la idea que la conservación de las obras de arte, merece jugarse la vida, como lo hacen dos miembros del grupo.

El argumento se centra en la recuperación de obras maestras, como La Madonna de Brujas de Miguel Ángel; el Altar de Gante, de Jan van Eyck; y otras pinturas de afamados artistas impresionistas, de Picasso o de Rembrant, que fueron encontradas en lugares remotos como la mina de sal de Altausse. A las que hay que unir pinturas de la colección Rothschild y otros acaudalados judíos. Todavía hoy el tema no se ha cerrado, pues los descendientes de las familias están intentando reconocer la propiedad de dichas piezas, algunas expuestas en las paredes de prestigiosos museos de Europa, a pesar de tener un origen oscuro.


Muchas de ellas se perdieron por efecto de los combates y el odio, otras se volvieron anónimas, fuera de los catálogos oficiales de los artistas. La relevancia del tema ha hecho que la promoción de la película haya llegado hasta la feria de arte contemporáneo, ARCOmadrid, espacio propicio para el coleccionismo, que le dedicaba un stand. Finalmente, el argumento se podría relacionar con el tesoro acumulado por el anciano Cornelius Gurlitt, que ha sido recientemente descubierto por las autoridades alemanas. Un tesoro de pinturas de grandes artistas del siglo XX, que fueron heredadas de su padre, un conocido marchante de arte que trabajó para los nazis.

2 comentarios:

  1. Buenas! Descubí tu blog ayer y me encantó! Yo también soy profesor de ciencias sociales en un centro de formación de adultos y seguro que usaré algunos de tus posts para trabajar! Hablamos! Por cierto, tengo pendiente la peli! Un saludo!

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  2. Gracias por tu comentario. Estamos en contacto

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