LA VIOLENCIA EN MÉXICO

La película HELI, dirigida y escrita por el realizador, Amat Escalante, ganó el Premio al Mejor Director en la pasada edición del Festival de Cannes. Un prestigioso galardón para una historia ambientada en el México actual en el que la familia protagonista tiene que convivir entre unas circunstancias materiales humildes en un pueblo aislado, y el control ejercido por los traficantes de droga, cuya corrupción afecta a las mismas autoridades encargadas de combatirles. Constituye un retrato ensangrentado del país centroamericano, en el que las gentes tratan de salir adelante en medio del fuego cruzado que mantienen el estado y el crimen organizado.
De esta manera, Heli, el joven protagonista, recién casado y con un hijo, vive con el padre y una hermana adolescente, cuya rutina diaria se ocupa en el trabajo nocturno en una fábrica de montar coches. El problema principal vendrá cuando la menor, Estela, planifique con el novio escapar para luego casarse. Éste que es un joven cadete que se prepara para luchar contra el narcotráfico, cometerá el error de robar dos paquetes de cocaína a la banda que controla la región. Además la esconde en la casa de su joven pareja. Las consecuencias son trágicas para la familia protagonista. El padre muere a manos del ejército, el joven cadete torturado y asesinado, a Heli le secuestran y le propinan una fuerte paliza, y Estela es igualmente secuestrada y a su vez, forzada.
Al final, la calma o el difícil equilibrio tras estos hechos, llega a los protagonistas, que tienen que afrontar el día a día con el lastre de la violencia ejercida contra ellos o contra otros. Los narcotraficantes ajustan cuentas con los que se dejaron robar por un insignificante cadete para no dejar rastro que pudiese alcanzarles. El estado trata de gobernar, compensar y ayudar a las víctimas inocentes. El director da forma a este planteamiento argumental con un estilo naturalista, que muestra objetivo al espectador. Las imágenes se suceden con un ritmo pausado e implacable donde convive la rutina del trabajo honesto y el ocio, con la violencia del crimen o de la venganza. Decir que el argumento se resuelve desde la privacidad de los protagonistas hasta en público, a nivel comarcal, supone, en este sentido, afirmar, que la violencia se extiende desde en interior de la convivencia familiar hasta la organización política y social, en la que el paisaje árido en una metáfora y un complemento de la dura realidad.

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