El Châteu de Chillon, Courbet, 1874 |
El museo Thyssen de Madrid organiza la exposición, IMPRESIONISMO Y AIRE LIBRE. De Corot a Van Gogh, dedicada a la pintura al óleo realizada al natural, fuera del taller, una práctica que alcanzó su máxima expresión con el impresionismo, pero cuyos orígenes aparecen con el nacimiento del mundo contemporáneo. El cambio hacia esta pintura hecha fuera del taller se va a producir a lo largo del siglo XIX. Considerada en el ámbito del neoclasicismo como pequeños estudios de jóvenes paisajistas, artistas del romanticismo como Constable, o del realismo como Corot, los pintores de la escuela de Barbizon, Rousseau, Diaz de la Peña o Daubigny, la llevarán al conjunto de su producción. Gustave Courbet se encontrará igualmente entre sus practicantes. Todos ellos muy bien representados en la exposición. Por supuesto, los impresionistas, entre los que sobresale la obra de Claude Monet y Sisley. Hasta llegar al postimpresionismo de Cezanne o Van Gogh, donde el paisaje deja de pertenecer cada vez más al dominio de la Naturaleza, para acercarse a la interpretación subjetiva del artista a través del color y la composición.
El conjunto se divide en siete secciones según la temática representada: Ruinas, azoteas y tejados; Rocas; Montañas; Árboles y plantas; Cascadas, lagos, arroyos y ríos; Cielos y nubes; y el Mar, entre las que destacan las cuatro últimas. Las obras de diferentes estilos y autores aparecen reunidas en el mismo espacio. Así, el visitante puede contemplar por un lado la continuación de la tradición de la pintura al aire libre y por otro los cambios operados a lo largo de los años, y constituye un acierto para la contemplación y disfrute del visitante.
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