Portada del catálogo impreso |
La Biblioteca Nacional utiliza sus fondos para realizar la magnífica exposición, DURERO GRABADOR. Del Gótico al Renacimiento, en el que los visitantes en general podrán disfrutar con la contemplación de un conjunto completo de obras del artista alemán y de su época. Se encuentra dividida en cuatro secciones. La primera dedicada al grabado alemán del periodo comprendido entre 1490 y 1540. La segunda corresponde a la etapa de aprendizaje y la consolidación como artista gráfico, entre 1490 y 1498, en Nuremberg, el matrimonio con Agnes Frey y el primer viaje a Italia. La tercera, entre 1499 y 1514, muestra la preocupación del autor por las proporciones de la figura humana y la búsqueda de la belleza. En ella se opera el paso definitivo en sus obras del último Gótico al Renacimiento, tras su segundo viaje a Italia. Finalmente, la cuarta sección entre 1515 y 1528, expone las obras bajo el mecenazgo del Emperador Maximiliano y aquellas realizadas para los Tratados de Arte a los que se dedicó en los últimos años de su vida.
El talento, los conocimientos del artista alemán en la difusión de los conceptos del Renacimiento italiano quedan corroborados en esta exposición, de igual forma de los grabadores en estilo gótico de su país, de los más importantes de su época. La selección mostrada al espectador deslumbra por las obras de todas las secciones. En especial por las del libro del Apocalipsis, las series de la Pasión grande y pequeña, de La vida de la Virgen, El Arco Triunfal y el Gran Carro Triunfal, por obras individuales, Adán y Eva, El caballero, la muerte y el diablo, La Melancolía y San Jerónimo. Aumenta la consideración por tocar varios géneros: el retrato, la alegoría, algunas de difícil significación, la mitología, y el religioso, del ámbito católico, como de la Reforma Protestante, al apoyar las ideas luteranas. Así como experimentó con el grabado en metal o a buril y sobre madera o xilografía, de los que se han conservado numerosos ejemplos.
Alberto Durero puede considerarse como un artista completo del Renacimiento, a la manera de los grandes maestros italianos, un humanista por los conocimientos que tiene de la representación proporcionada de la arquitectura, del espacio en perspectiva, de la composición, del cuerpo humano, y de los seres vivos en la Naturaleza. Queda testimonio en la colección mostrada de grabados y libros ilustrados tan influyentes para la época y el arte posterior.
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