Tras los atentados de las Torres Gemelas de Nueva York, los EEUU emprendieron una guerra contra el terrorismo islamista que perdura hasta la actualidad. Los norteamericanos llegaron a emprender además las guerras de Irak y Afganistán, donde recientemente se han retirado sin conseguir sus objetivos, y dejando en el poder al régimen talibán. En la lucha contra los terroristas, los servicios de inteligencia y el ejército emplearon métodos como el secuestro y la tortura. Todavía hoy se mantiene la base de Guantánamo y en el recuerdo se encuentran los tristes abusos de Abu Ghraib, donde los soldados se hicieron fotos con los prisioneros en actitudes humillantes mientras se les torturaba. La película EL CONTADOR DE CARTAS, escrita y dirigida por Paul Schrader, alude a este tema. El protagonista tiene un duro pasado al haber sido uno de los participantes en esa orgía violenta contra los prisioneros.
Los soldados que participaron en las fotos con los insurgentes siendo torturados fueron procesados y tuvieron que cumplir condena en la cárcel. William Tell, el protagonista fue uno de ellos, y tras pasar por la prisión, ahora es un jugador profesional de cartas que se gana la vida de torneo en torneo. Estudió en profundidad los juegos de cartas en los años que estuvo privado de libertad. Ahora intenta no llamar la atención, sin realizar elevadas ganancias. Lleva consigo todo su pasado que le atormenta, mientras escribe un diario con sus recuerdos más terribles. Su nueva vida se verá alterada cuando contacte con él, el hijo de un antiguo oficial, que a su regreso de Abu Ghraib, se suicidó. Los oficiales de aquel escándalo no fueron procesados, pero como los soldados, sufrieron grandes traumas por los horrores vividos. El joven Cirk pide a William que le ayude a matar al coronel militar que dirigía todo el entramado.
William, en cambio, se propone jugar más dinero con las cartas para ayudar a que el joven retome los estudios, pague sus deudas y se reconcilie con su madre. Pero los planes no saldrán de esta manera, y Cirk seguirá con sus intenciones de venganza, que acabarán en tragedia. Un final que supondrá la pérdida de libertad del protagonista, pues esta vez, será él quien tenga que vengar el triste destino de Cirk. Por otra parte, tendrá su parte positiva, el descubrimiento de sus propios sentimientos, al revivir de nuevo el amor perdido por los años violentos en el ejército y la prisión.
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