UN VIAJE HACIA LA PAZ


Después de los atentados indiscriminados de carácter yihadista que se inauguraron con el 11 de septiembre en Nueva York, carecía de  sentido, especialmente, el empleo de la violencia terrorista dentro de las sociedades avanzadas de occidente. La nueva situación del mundo a comienzos del siglo XXI propició el fin del conflicto en Irlanda del Norte, un territorio perteneciente a Gran Bretaña, donde existía un enfrentamiento religioso entre los protestantes, que querían mantener la dominación británica, y los católicos, independizarse definitivamente de su yugo. La paz llegó el año 2007 tras los Acuerdos de St. Andrews, donde los líderes opuestos, Ian Paisley, protestante, y Martin McGuinness, nacionalista irlandés, pusieron término a un conflicto que había durado cuarenta años.


Llegar a la paz no fue fácil por las posiciones extremas y radicales que tenían los dos líderes. Además, por los atentados terroristas del IRA, como los errores violentos del ejército británico al reprimir las reivindicaciones católicas. Sin embargo, se consiguió cuando Ian Paisley y Martin MacGuinnes estrecharon la mano, y se convirtieron en presidente y vicepresidente de Irlanda del Norte, desarrollando una buena amistad. La película, EL VIAJE (The Jouney), dirigida por Nick Hamm, recrea los pasos previos antes de llegar al acuerdo de paz, en concreto, un trayecto en coche en los que tanto uno como otro rompieron el hielo, la falta de diálogo de décadas, que mantuvo el enfrentamiento armado. Este viaje al aeropuerto de Gales desde Escocia donde se estaban produciendo las conversaciones existió en realidad, como el viaje en avión posterior de regreso a casa, según la costumbre de los líderes políticos irlandeses de viajar juntos para evitar atentados.


La película reconstruye lo que sucedería en esa supuesta encerrona a la que el gobierno de Tony Blair sometió a los dos líderes para que llegasen a un acuerdo. Aprovechando que Ian Pasley quería celebrar los 50 años de casados con su mujer, y tenía que regresar a Irlanda, lo hizo, igualmente, Martin McGuinness, fraguando, de esta manera, la paz. El coche conducido por un agente que les protege, hace un recorrido mayor para dar tiempo a romper la falta de diálogo entre ellos. En el camino, se meten en un bosque y se pincha la rueda, así como tienen que repostar gasolina. Llegan al final justo para tomar el avión privado.


 La iniciativa del diálogo la llevan los nacionalistas católicos que quieren aprovechar la debilidad del líder protestante de 81 años. Quieren poner término definitivamente a las armas, a la guerra civil que ellos mantienen con los británicos y los protestantes unionistas. El líder católico trata de doblegar la posición de Ian Pasley de que jamás llegará a un acuerdo. En el viaje en coche, se reprochan los atentados y la violencia entre uno y otro bando. Pero reconocen que no pueden vivir separados y tienen que pensar en un futuro, no en el pasado que les impide conseguir la paz. McGuinnes se niega a pedir perdón, pero acepta los errores cometidos. Ofrece al líder protestante que sea primer ministro, y él viceministro. Al final, antes de subir al avión, estrechan la mano, aceptan el trato, y el comienzo de una amistad duradera en el gobierno de Irlanda del Norte.

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