SOBRE BASILIO MARTÍN PATINO


El Centro Cultural Fernán Gómez muestra la exposición, BASILIO MARTÍN PATINO. MADRID, ROMPEOLAS DE TODAS LAS ESPAÑAS, que es un recorrido centrado en el director de cine salmantino y la capital de España, desde la Segunda República hasta la actualidad. Una trayectoria donde sus películas son las protagonistas, mostradas al público con fragmentos significativos, completado todo ello con fotografías, documentos, recortes de prensa, y los premios obtenidos durante su carrera. Para el director, Salamanca fue la ciudad de nacimiento y donde pasó una infancia feliz, donde están sus raíces familiares, la vida personal, mientras Madrid, es una ciudad objeto de su mirada artística, de un enamoramiento especial, por ser un lugar abierto, solidario, lejano de cualquier particularismo nacionalista, acogedor con los inmigrantes llegados de todos los lugares de España.


Proclamación de la Segunda República, Película, Caudillo, 1974

Para el alcalde Enrique Tierno Galván, ser de Madrid, era vivir en ella, sin ningún rasgo más. En los momentos dramáticos de la Guerra Civil, resistió al ejército rebelde sufriendo el bombardeo de la aviación enemiga, las penurias y el hambre. Las huellas de la dictadura franquista quedaron marcadas en las calles. El fin de este periodo sin libertades dio paso a la Transición donde se vivieron momentos dramáticos. Finalmente, llegó la democracia hasta nuestros días. Sin embargo, dos acontecimientos marcaran la vida de sus gentes, los graves atentados del 11 de marzo, y los efectos de la crisis financiera internacional, que se manifestaron en la indignación y en la revuelta del 15 M.


La filmografía de Basilio Martín Patino está ligada a la historia de España, donde la capital es el lugar donde se desarrollan los acontecimientos. A ella dedicó toda una película, Madrid (1987). Sus obras más renombradas, en este sentido, son Canciones para después de una guerra (1971) y  Caudillo (1974), censuradas por la dictadura. El director interpreta de forma original el pasado que nos marca el presente. En su elaboración empleó grabaciones nunca vistas para lo que tuvo que recorrer numerosos archivos visuales. Combinó un montaje elaborado, junto a una especial selección musical de la época, y la poesía. Sin embargo, para su última obra documental, Libre te quiero (2012), basada en los movimientos ciudadanos del 15 M, recoge los sonidos originales de la calle. 


De esta manera, el director entiende la creación cinematográfica como una interpretación documental y poética del pasado inmediato. Esta realidad histórica condiciona la existencia humana, la vida diaria de las gentes. Pero el peso político o unos acontecimientos graves del pasado, también del presente, están ocultos o disimulados. Lo que hace el director es objetivarlos, mostralos, para lograr que seamos más libres.

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