Algunos
territorios de EEUU tuvieron un pasado esclavista. Sus leyes
segregacionistas perduraron en el tiempo, hasta el punto que seguían
vigentes a mediados del siglo XX. La lucha por los derechos civiles en
la década de los sesenta se propuso acabar con ellas. Una de las cuales
fue la prohibición del matrimonio interrracial que fue abolida en 1967
por la Corte Suprema al declararlo un derecho fundamental. El caso Loving vs Virginia se
falló a favor de los demandantes. Ponía fin a un largo proceso de
discriminación contra los protagonistas. Este hecho lo narra la
película, LOVING, escrita y dirigida por el afamado director, Jeff
Nichols. Emplea un lenguaje visual pausado y lírico, de gran
sensibilidad, porque el principal motivo de la pareja, Richard y Mildred
Loving, fue el amor.
Mildred
se quedó embarazada de la relación que tenía con Richard. Ella era en
parte afroamericana y el blanco. Vivían en Central Point, estado de
Virginia, que prohibía el matrimonio interrracial. Por ello se casaron
en Washintong y regresaron a su población de origen, lo que provocó su
arresto al estar casados. El juez, tras un pacto con ellos si se
declaraban culpables, les condenó a 25 años del libertad condicional,
tiempo en el que no podían residir en el estado. De esta manera, se
trasladaron de nuevo a la capital, donde tras varios años tuvieron tres
hijos. Sin embargo, no estaban a gusto lejos de su lugar de nacimiento, y
los niños corrían peligro en la gran ciudad. Todo empezó a cambiar
cuando Mildred escribió una carta a Boby Kennedy, que le respondió
dirigiéndoles a una asociación de lucha por los derechos civiles,.
La asociación correría con todos los gastos legales en favor de la igualdad. La lucha se desarrolló en dos frentes, por una parte, apelando en los tribunales de Virginia que les llevaría a la Corte Suprema de la nación, el objetivo que deseaban, y por otra, la publicidad de su caso, en la prensa y en la televisión de la época. Este caso que les enfrentaba por las leyes segregacionistas se convirtió en emblemático ya que, en caso de ganarle, dichas leyes serían abolidas en todo el país, y no sería sólo la prohibición del matrimonio interrracial. Antes del fallo, ya se habían trasladado a una granja aislada cerca de su antiguo pueblo. Los tiempos habían cambiado, pero vivían con temor a ser arrestados. La victoria legal llenó de felicidad a todos los que luchaban para desterrar la discriminación entre los seres humanos. A ellos sobre todo, que antepusieron el amor sobre los prejuicios raciales de la época.
No hay comentarios:
Publicar un comentario