Guernica, 1937 |
El Museo Reina Sofía organiza la exposición, PIEDAD Y TERROR EN PICASSO. EL CAMINO A GUERNICA, con motivo del 80 aniversario de su presentación en el Pabellón Español de la Exposición Universal de Paris en 1937. El cuadro más famoso del centro de arte madrileño y uno de los más emblemáticos de la pintura contemporánea, se ve rodeado de un conjunto de obras, pinturas, dibujos, grabados, esculturas, fotografías, libros y películas, fechadas entre 1925 hasta poco más allá de la Segunda Guerra Mundial. Arte e Historia se dan cita en un ala del edificio Sabatini para contextualizar e interpretar el famoso cuadro. Desde los más sencillo, algunas obras que acompañaron a la pintura en el pabellón; las fotos realizadas por Dora Maar de su realización, hasta lo más complejo, el proceso de exploración del propio artista en los años previos a su creación.
Naturaleza muerta con guitarra y mandolina, 1924 |
El bombardeo de la población civil en la ciudad de Guernica por la Legión Cóndor alemana y la aviación italiana, para dar paso a las tropas franquistas en la conquista del norte de la península, causó una profunda impresión en la época por su crueldad. Luego se ha mantenido la memoria de aquellos hechos terribles que anticiparon los horrores del fascismo poco tiempo después. Pablo Picasso se inspiró en los mismos para cumplir el encargo del gobierno republicano. Representó como nadie en el mundo moderno, el terror y la compasión de la violencia. Si bien hay unas circunstancias que motivaron el tema, existió un proceso de exploración previo llevado a cabo por el propio artista. Este camino se inició hacia 1924-1925 con una serie de naturalezas muertas monumentales dentro de su visión cubista del cuarto.
Las tres bailarinas, 1925 |
Se aleja de esta visión con Las Tres bailarinas, a partir de la cual empieza a pintar imágenes de terror y desfiguración. Observamos rostros exaltados y fantasmas que cada vez se hacen más gigantescos procedentes del interior del artista. Una sala en el recorrido se titula, Mostruos y monumentos, que agrupa ejemplos de cuadros y esculturas de ese tipo. Los años treinta ven crecer al nazismo y las visiones de esa época son de horror y mutilación. Luego llegan las salas centradas en el propio Guernica, en los estudios de terror y sufrimiento femeninos que conducirían a él. En los tres últimos espacios se muestra la influencia de ésta gran obra en su producción siguiente. Nos encontramos con los retratos angustiosos de Dora Maar y las naturalezas muertas. Es el momento del recuerdo de aquellos que perdieron su vida por la libertad.
Figuras al borde del mar, 1931 |
Pablo Picasso, por tanto, conoció e interpretó en clave artística la naturaleza de la humanidad in extremis, la que se vivió en Europa desde mediados de los años veinte hasta el final de los terribles conflictos bélicos. Guernica sería la mejor manifestación. Y la escena de sufrimiento y desorientación que nos mostró ha perdurado, como emblema de la condición moderna, a lo largo de ocho décadas....Se ha convertido en la escena trágica de nuestra cultura. El valor de la imagen que transmite ha sido, de esta manera, esencial para varias generaciones desde 1937. La exposición recoge cómo el cuadro sirvió para recaudar fondos para ayudar al gobierno republicano y fue expuesto sucesivas veces en varios paises, sobre todo en Inglaterra y luego en EEUU, donde se quedaría definitivamente hasta su vuelta a España con el restablecimiento de la democracia.
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