La Fundación Telefónica organiza la exposición, HITCHCOCK, MÁS ALLÁ DEL SUSPENSE, centrada en la obra de este famoso director de cine británico, hoy convertido, y más después de visitar la muestra de fotogramas ampliados, secuencias de sus películas, de decorados, carteles, fotografías y revistas, entre otros materiales, en un auténtico genio del Séptimo Arte. Supo combinar como nadie el éxito comercial con el estilo personal de un creador visual, y diferencia de otros directores de cine contemporáneos, llegó a controlar todo el proceso de una película. Los críticos franceses y directores de la llamada Nouvelle Vague desde mediados de los años 50, supieron valorarle en el lugar correspondiente, el de artista total.
Tres décadas despues de su muerte en 1980, la obra de Alfred Hitchcock, es suceptible de diferentes interpretaciones y clasificaciones. Esta exposición, por tanto, incide en la misma pretensión de la manera más sencilla posible para que el público en general comprenda la genial obra de uno de los mayores creadores del siglo XX. Emplea cinco perspectivas o claves para su entendimiento. La primera de ellas parte del dominio de la técnica cinematográfica y el conocimiento del cine de vanguardia, especialmente del expresionismo alemán. Su carrera comienza en el cine mudo y termina en los años 70, cuando tiene un evidente declive.
Queda claro ante el visitante, que lo más fundamental del director es la creación visual, la estilización de la realidad a través de las imágenes en movimiento. Además logró controlar todo el proceso de elaboración de una película, desde el guion hasta la promoción, rodeándose de un equipo en el que confiaba. Podíamos incluir a su misma esposa y a sus actores y actrices preferidos, éstas generalmente rubias. Los storyboards y esquemas de la colocación de las cámaras, nos hablan igualmente de un director muy metódico y técnico. Destacan los personajes femeninos como piezas esenciales de sus historias y las complejas relaciones que establecen con el sexo opuesto, no evitándose, el erotismo y la sensualidad.
Se dice en la exposición que su estilo se basa en el predominio de una imagen atractiva y en la emoción que genera el suspense, con su carga de empatía hacia el espectador. Los dos aspectos son esenciales, y por el segundo se le ha identificado a lo largo del tiempo. Sin embargo, va más allá porque supo reflejar en sus películas el tiempo en que fueron creadas, la atmósfera de una época. En este sentido se encuentran los distintos diálogos que estableció con la moda, la fotografía, la arquitectura, la música, el diseño y los pintores del siglo XX. Obras como Psicosis o Los pájaros son creaciones visuales de entidad en sí mismas con gran repercusión en la historia del cine. Otras muestran el mundo sofisticado de la clase media europea en EEUU después de la Segunda Guerra Mundial. Todos los trabajos tienen un componente original que hace que mantengan su atractivo hasta la actualidad.
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