CASA DE TOLERANCIA

L´Apollonide es el nombre del prostíbulo que da título a esta película dirigida por el director francés, Bertrand Bonello, que en España ha recibido el nombre de CASA DE TOLERANCIA. Aunque está ambientada entre el siglo XIX y el XX, 1899 y 1900, cuando cierra el local por problemas económicos, la película pretende describir la prostitución femenina desde la intimidad, desde las historias personales y los sufrimientos de quienes la ejercen, que como induce el director al incorporar música e imágenes de nuestra época, su problemática es intemporal. La extraordinaria puesta en escena, la recreación elegante de una casa de lujo, el vestuario, la cuidada luz, serían hasta cierto punto para tratar el tema con gusto, sin caer en la mera recreación erótica de la actividad sexual de los personajes.
Más que una narración de unos hechos, la película expone unas circunstancias de un grupo de prostitutas jóvenes que han perdido la libertad en el ejercicio de esta actividad por deudas al servicio de una madame o señora, que es una antigua prostituta que lleva el negocio. Tal actividad supone una explotación continuada, una sumisión a los deseos de los clientes, la mayoría burgueses y aristócratas, que pagan enormes sumas por dar rienda suelta a sus fantasias o a sus mas variadas tendencias. El guión, los diálogos entre ellas son cuidados, precisos y clarividentes para el espectador, hasta el punto que una prostituta afirma que cuando deje el trabajo le resultará imposible mantener relaciones sexuales, o que desearían que hubiese prostíbulos masculinos para que fuesen ellas quienes tuviesen sumisos a los hombres.
El director, y también autor del guión, emplea un tono realista en el tratamiento de los problemas que sufren las mujeres. Las enfermedades que contraen con el riego de su vida; la violencia física que ejercen algunos hombres, y la falta de libertad y expectativas de futuro. Se centra en tres historias, la más importante la de una prostituta a la que cortan la cara por la comisura de los labios hacia arriba, simulando una eterna sonrisa, que protagoniza las escenas iniciales y la final, en un montaje invertido; la de Pauline, una chica de 15 años que voluntariamente entra en la casa para ser más independiente con el permiso de sus padres, pero que al no tener deudas podrá abandonar libremente el prostíbulo; y la de Clotilde, su anverso, que desde los mismos años lleva trabajando ahora que tiene veintiocho, y se encuentra al límite, muy endeudada y afectada por el consumo de drogas. Ésta protagoniza la escena final ambientada en nuestra época cuando sale de un coche después de haber estado con un cliente en un extrarradio urbano donde otras compañeras ejercen la calle.

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