PINA (danzad, danzad, o estaréis perdidos) es la última película dirigida y escrita por Wim Wenders. Lleva a cabo un antiguo proyecto con su amiga la coreógrafa y bailarina, Pina Bausch, siempre pospuesto hasta ahora, que ella no vió realizado, ni pudo participar por su rápida muerte ocurrida al comienzo del rodaje. En él rinde homenaje a la labor creativa en el ámbito de la danza contemporánea de esta rigurosa bailarina mostrando al público sus más afamadas coreografías.
El protagonista del mismo son Pina Bausch y todo el elenco de la compañía fundanda por ella, la Tanztheater Wuppertal, que aparecen en el largometraje. La primera a través de algunas antiguas grabaciones y los bailarines actuales que interpretan o nos informan de la manera de ser de su directora según su experiencia, alguna muy dilatada en el tiempo. Cuentan que ella entendía la danza contemporánea como un verdadero lenguaje, sin necesidad de palabras. Ella fue una persona de pocas pero significativas expresiones verbales. Contemplaba a sus bailarines, les dirigía y sacaba a todos ellos su enorme talento que aparece en la película, una técnica prodigiosa, natural de movimiento y creación corporal. Por lo que se ve, le gustaba reunir intérpretes de las más variadas nacionalidades y aspecto físico.
El director crea una película experimental de carácter documental realizada en 3D, aunque el espectador la puede ver también en el antiguo formato. Fue rodada en la ciudad y entorno donde reside la compañía, Wuppertal, y se utilizan como escenario, un teatro, las calles y la confluencia de las vías de comunicación, un tranvía en altura, edificios modernos sin decoración, bosques o riachuelos, y las estructuras fabriles del lugar. Valora por el soporte de rodaje la profundidad de campo, sobre todo en los exteriores. Capta, por tanto, el entorno con gran sensibilidad y belleza, empleando la luz y el color muy atractivo por la nueva tecnología.
Constituye con este largometraje una obra artística en sí, relacionada con la temática, que lo es también, de gran plasticidad y elaboración. Su estética general tanto de una como de otra, es el minimalismo, bastante conceptual. El academicismo, el barroco tradicional queda ya lejos. Supone un compromiso desde los movimientos de los bailarines y las coreografías, los escenarios posindustriales, la nueva tecnología de grabación, con una forma sólida de comunicación propia del mundo moderno, adaptada la la sensibilidad del siglo XXI.
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