El conflicto de Irlanda del Norte ambienta esta película ganadora el año pasado del premio al mejor guión y director en el Festival de Sundance. Se centra en la figura de un joven paramilitar, Alistair Little, interpretado con brillantez por el actor Liam Neeson, que asesinó a un trabajador católico, y que trata, después de pasar años en la carcel, de superar este acto violento, que le supone una pesada carga. Intenta encontrarse con el hermano del asesinado en televisión, y testigo de aquel suceso cuando era un niño, pero que se frustra por sus verdaderas intenciones de venganza.
El título de la película, Cinco minutos de Gloria, alude al momento, filmado con gran sensibilidad,de su encuentro violento, precisamente en la casa de la familia de la víctima, destruida como ésta por aquel hecho atroz. Sin embargo, al final, se convierte en un acto de liberación para ambos protagonistas, por la verdad y contacto que en él se transmite, y que lleva a la superación de cualquier intención de venganza, es decir de volver a la violencia, por parte de la víctima, para llegar a la reconciliación.
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